Título: Tierra de vampiros
Título original: Fangland
Autor/a: John Marks
Editorial: Rocaeditorial
ISBN: 978-84-96940-30-7
N° de páginas: 512
Año de publicación: 2007
Título: Tierra de vampiros
Título original: Fangland
Autor/a: John Marks
Editorial: Rocaeditorial
ISBN: 978-84-96940-30-7
N° de páginas: 512
Año de publicación: 2007
Evangeline Harker, productora de uno de los programas más vistos de la televisión norteamericana, es enviada por su jefe a Rumania para investigar la figura del legendario criminal Ion Torgu. Una vez allí, Evangeline acepta la invitación de Torgu para pasar unos días, juntos, en un lugar secreto a cambio de la exclusiva periodística de la entrevista.
Pero eso es lo último que se sabe de su paradero; solo llegan correos electrónicos en los que Evangeline narra su historia. En las oficinas de Nueva York, la noticia de su desaparición no deja a nadie indiferente, sobre todo porque viene acompañada por sucesos extraños: un compañero muere súbitamente, otros dos se suicidan y en las salas de video ocurren fenómenos inexplicables que paralizan la producción...
Pero eso es lo último que se sabe de su paradero; solo llegan correos electrónicos en los que Evangeline narra su historia. En las oficinas de Nueva York, la noticia de su desaparición no deja a nadie indiferente, sobre todo porque viene acompañada por sucesos extraños: un compañero muere súbitamente, otros dos se suicidan y en las salas de video ocurren fenómenos inexplicables que paralizan la producción...
Una nueva concepción del vampiro
T
ierra de vampiros me ha decepcionado en cierta forma. No quiero decir con ello que el libro sea pésimo, simplemente no me agradó del todo. Hay que admitir que la sinopsis es interesante, en ella se nos ofrece una novela de misterio, que bien podría explotar de mejor forma la relación entre Evangeline y el vampiro Ion Torgu; sin embargo, la interacción entre ellos es bastante superficial y en ciertos momentos irrisoria.
La historia comienza, precisamente, cuando conocemos a Evangeline Harker, una productora del programa "La hora", momentos antes de que realice su viaje a Rumanía para entrevistarse con Ion Torgu. Una vez allí tiene un encuentro casual con Clementine Spence, un personaje que va a cobrar mucha importancia a lo largo del libro, y entabla con ella una conversación que la deja desconcertada. Clementine se marcha, no sin antes advertirle del peligro que puede correr, y es cuando Torgu hace su aparición. Él acepta la entrevista siempre y cuando sea en su residencia, Evangeline accede y allí inicia su peor pesadilla.
A parte del desarrollo de lo que sucede con Evangeline, el autor nos cuenta a través de cartas y correos electrónicos que los personajes reciben o en su efecto redactan, lo que ocurre en las oficinas del programa luego de la desaparición de su productora. Es gracias a ello que nos enteramos que también allí empiezan a suceder acontecimientos extraños, a raíz de la llegada de unos paquetes desde Rumanía. El libro se extiende algo más de lo debido, hasta que se llega a conocer el paradero de Evangeline y logra retornar a Nueva York. Pero la historia no termina allí, pues al parecer Torgu tenía otras intenciones, sólo que esta vez él se ha trasladado a esa ciudad.
La intriga se mantiene presente a lo largo del libro, aunque decae en varios momentos; esto se debe a que el principal problema de la novela es que termina guiándose por los acontecimientos de las oficinas de la televisora, antes que por la historia de Evangeline y lo que sucede con ella; lo que nos deja varias incógnitas y un mal sabor de boca, pues no se logra comprender del todo su extraña transformación y ese final tan abierto. Otro aspecto que el autor descuida bastante es que va intercalando uno que otro personaje sin darle una introducción, y mucho menos un adecuado desarrollo, por lo que resultan planos, alguno incluso patético (me refiero a Stimson Beevers). No obstante, hubo uno que otro momento muy bien logrado, a parte de que la ambientación de los escenarios estuvo bastante bien y a tono con el carácter de la obra.
En conclusión, en este libro se nos ofrece una nueva concepción del vampiro, no veremos colmillos por ningún lado, solamente a un ser grotesco con unos propósitos y poderes bastante extraños. Y aunque no nos quede completamente claro qué es lo que pretendió realmente el autor con la obra y sus personajes, es un libro que entretiene y te hace pasar un buen momento.
La historia comienza, precisamente, cuando conocemos a Evangeline Harker, una productora del programa "La hora", momentos antes de que realice su viaje a Rumanía para entrevistarse con Ion Torgu. Una vez allí tiene un encuentro casual con Clementine Spence, un personaje que va a cobrar mucha importancia a lo largo del libro, y entabla con ella una conversación que la deja desconcertada. Clementine se marcha, no sin antes advertirle del peligro que puede correr, y es cuando Torgu hace su aparición. Él acepta la entrevista siempre y cuando sea en su residencia, Evangeline accede y allí inicia su peor pesadilla.
A parte del desarrollo de lo que sucede con Evangeline, el autor nos cuenta a través de cartas y correos electrónicos que los personajes reciben o en su efecto redactan, lo que ocurre en las oficinas del programa luego de la desaparición de su productora. Es gracias a ello que nos enteramos que también allí empiezan a suceder acontecimientos extraños, a raíz de la llegada de unos paquetes desde Rumanía. El libro se extiende algo más de lo debido, hasta que se llega a conocer el paradero de Evangeline y logra retornar a Nueva York. Pero la historia no termina allí, pues al parecer Torgu tenía otras intenciones, sólo que esta vez él se ha trasladado a esa ciudad.
La intriga se mantiene presente a lo largo del libro, aunque decae en varios momentos; esto se debe a que el principal problema de la novela es que termina guiándose por los acontecimientos de las oficinas de la televisora, antes que por la historia de Evangeline y lo que sucede con ella; lo que nos deja varias incógnitas y un mal sabor de boca, pues no se logra comprender del todo su extraña transformación y ese final tan abierto. Otro aspecto que el autor descuida bastante es que va intercalando uno que otro personaje sin darle una introducción, y mucho menos un adecuado desarrollo, por lo que resultan planos, alguno incluso patético (me refiero a Stimson Beevers). No obstante, hubo uno que otro momento muy bien logrado, a parte de que la ambientación de los escenarios estuvo bastante bien y a tono con el carácter de la obra.
En conclusión, en este libro se nos ofrece una nueva concepción del vampiro, no veremos colmillos por ningún lado, solamente a un ser grotesco con unos propósitos y poderes bastante extraños. Y aunque no nos quede completamente claro qué es lo que pretendió realmente el autor con la obra y sus personajes, es un libro que entretiene y te hace pasar un buen momento.
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